domingo, 6 de marzo de 2016

Javier00

El perdón en reino de Dios.



El corazón es uno de los enemigos más poderosos en contra de las personas, y este tiende a engañarnos una y otra vez. La escritura dice engañoso es el corazón más que todas las cosas ¿ Quien lo conocerá? solo Dios lo conoce, este muchas veces te viste de una falsa santidad llamada muchas veces como la verdadera santidad o la real santidad. Este mal te hace ver los errores de los demás como los peores, errores incurables, imperdonables, imposible de ser restaurados. Llegan a creer que estas personas ya no tienen oportunidad de nuevamente ingresar a la sociedad, restaurar sus vidas, su familia o su ministerio, y esto es por el simple hecho de que ellos no pueden perdonar el mal que esas personas, grupos o familias cometieron.
Ahora bien, cuando ellos son los que cometen el error, cuando estos individuos que están vestidos con la real santidad o la verdadera santidad son ellos los que fallan o cometen el error, no pueden recibir perdón, no pueden recibir paz. Porque tienen una acusación interna permanente que no los deja ser libres, esto es porque con la misma vara con la que juzgues a los demás serás juzgado, por cuanto no perdonaste a los demás sus faltas no puedes ser perdonado, como perdones a las demás personas sus errores así también recibirás perdón de Dios por los tuyos. Esto no quiere decir que tu perdón es igual al de Dios, esto quiere decir que con la misma fe que perdonas los pecados y errores de los demás y lo olvidas, es el mismo nivel de fe que utilizas para recibir perdón de Dios.
Esta es la calidad de tu perdón por eso la escritura dice en mateo 6:12,14-15
Y perdónanos nuestras deudas, como también nosotros perdonamos a nuestros deudores.
Porque si perdonáis a los hombres sus ofensas, os perdonará también a vosotros vuestro Padre celestial;
mas si no perdonáis a los hombres sus ofensas, tampoco vuestro Padre os perdonará vuestras ofensas.
Es que perdonar a los demás sus pecados es la moneda que utilizas para recibir perdón de Dios.
Si te sientes acusado y sientes que no has sido perdonado por Dios, te invito a examinarte y hacerte estas preguntas:
  • ¿a quien le he retenido sus pecados?
  • ¿a quien tengo estancado?
  • ¿a quien no he perdonado?
Cuando respondas estas preguntas y liberes a esas personas que no has perdonado, podrás sentir el cambio y la libertad que antes no podías sentir. La escritura habla de esto en Juan 20:22-23:
Y habiendo dicho esto, sopló, y les dijo: Recibid el Espíritu Santo.
A quienes remitiereis los pecados, les son remitidos; y a quienes se los tuviereis, les son retenidos.
No eres de los que retienen pecados sino de los que fueron llamados a libertar con el poder del perdón. Ahora pon en acción la calidad de tu fe en combinación con el perdón y libera a aquellos que tienes atados, y veras la eficacia del perdón en tu vida.

martes, 1 de marzo de 2016

Javier00

El pecado.




Efesios 2:1-3Y él os dio vida a vosotros, cuando estabais muertos en vuestros delitos y pecados, en los cuales anduvisteis en otro tiempo, siguiendo la corriente de este mundo, conforme al príncipe de la potestad del aire, el espíritu que ahora opera en los hijos de desobediencia, entre los cuales también todos nosotros vivimos en otro tiempo en los deseos de nuestra carne, haciendo la voluntad de la carne y de los pensamientos, y éramos por naturaleza hijos de ira, lo mismo que los demás

Una de las tantas maldiciones del pecado es la Muerte.

La Muerte no existía en el Huerto del Edén, hasta que Adán y Eva pecaron, Gn 3:19, pero la muerte no solo entro físicamente sino espiritualmente también.

Hay dos tipos de MuerteLa Natural: Muere mi cuerpo y va aun sepulcro
La Espiritual: No existe vida Espiritual dentro de nosotros, no existe una relación con Dios.

Nosotros antes de conocer a Jesucristo dice en Efesios que estábamos muertos en nuestros delitos y pecados y estos nos impiden alcanzar todas las bendiciones que Dios tiene para nosotros.

Muchos cristianos viven una doble vida, vamos a la Iglesia, servimos y hacemos muchas cosas pero, aun tenemos cola que nos pisen, decimos, pensamos, actuamos todo lo contrario de lo que decimos que creemos.
Esta doble vida no nos va a llevar a otra parte que a no alcanzar todo lo que Dios tiene para nosotros, Dios nos quiere bendecir pero nosotros se lo impedimos con nuestras actitudes y pensamientos.
Dios quiere que arreglemos aun situaciones legales que tenemos pendientes que afectan mi vida y aun mi familia, por ejemplo hay hermanos que están viviendo con una persona cuando aun no se divorcian de su cónyuge, quieren vivir sin un compromiso ante Dios y ante las ley también.

Nosotros como cristianos tenemos que ser la diferencia del mundo, debemos comportarnos diferente y manifestar que realmente Dios esta con nosotros.

Dios quiere bendecirnos pero debemos de ser transparentes en todo y buscar su voluntad y no la de nosotros.

El pecado nos maldice, no importa que seamos creyentes, si estamos pecando estamos bajo la maldición del pecado y si no me arrepiento no podre alcanzar todo lo que Dios tiene para mi.

1 Juan 3:5-9
5 Y sabéis que él apareció para quitar nuestros pecados, y no hay pecado en él. 6 Todo aquel que permanece en él, no peca; todo aquel que peca, no le ha visto, ni le ha conocido. 7 Hijitos, nadie os engañe; el que hace justicia es justo, como él es justo. 8 El que practica el pecado es del diablo; porque el diablo peca desde el principio. Para esto apareció el Hijo de Dios, para deshacer las obras del diablo. 9 Todo aquel que es nacido de Dios, no practica el pecado, porque la simiente de Dios permanece en él; y no puede pecar, porque es nacido de Dios.

¿Por qué muchos cristianos seguimos pecando? Porque no le hemos permitido a Jesús arrancar el pecado de nuestra vida porque nos gusta. Pero recordemos algo, Dios va a juzgar el pecado dondequiera que se encuentre.

Algunos no pecan por su reputacion, otros tal ves porque no se a presentado la oportunidad, pero no por amor a Dios.

Un cristiano que vive pecando vive en mentira y es falso, parece real, parece autentico, sabe de la Biblia, ora pero es falso porque practica el pecado.

Todo cristiano que peca niega conocer a Dios, es increible pensar que cuando pecamos DIOS NO EXISTE PARA NOSOTROS, NI EN NUESTRA MENTE Y MUCHO MENOS EN NUESTRO CORAZON. - See more at: http://verdadyluzhoy.blogspot.com/2008/04/la-maldicion-del-pecado.html#sthash.TvfmjLE8.dpuf
Javier00

Aprende: ¿Que es el reino milenial?


Respuesta: El Reino Milenial es el titulo dado a los 1000 años del reinado de Jesucristo en la tierra. Algunos buscan interpretar los 1000 años de manera alegórica. Otros entienden que los 1000 años son solo una manera figurativa de decir “un largo período de tiempo”. El resultado es que algunos no esperan que sea literalmente un reinado físico de Jesucristo sobre la tierra. Sin embargo en Apocalipsis 20:2-7, seis veces se menciona específicamente que el Reino Milenial tendrá una duración de 1000 años. Si Dios hubiera querido decirnos “un largo período de tiempo”, Él lo hubiera hecho fácilmente, sin mencionar explícita y repetidamente un marco exacto del tiempo.

La Biblia nos dice que cuando Cristo regrese a la tierra, Él mismo se establecerá como Rey en Jerusalén, sentándose en el trono de David (Lucas 1:32.33). Los pactos incondicionales demandan un retorno físico de Cristo para establecer Su reino. El pacto Abrahámico prometió una tierra para Israel, un postrero gobernante, y una bendición espiritual (Génesis 12:1-3) El pacto Palestino prometió a Israel una restauración de la tierra y su ocupación (Deuteronomio 30:1-10). El pacto Davídico prometió a Israel el medio por el cual perdonaría a la nación y podría ser bendecida (Jeremías 31:31-34).

En la Segunda Venida, estos pactos serán cumplidos mientras Israel es reunido de entre las naciones (Mateo 24:31), convertido (Zacarías 12:10-14), y restaurado a su tierra bajo el gobierno del Mesías, Jesucristo. La Biblia habla sobre las condiciones durante el Milenio, como un ambiente física y espiritualmente perfecto. Será un tiempo de paz (Miqueas 5:2-4Isaías 43:17-18); gozo (Isaías 61:7,10); confort (Isaías 40:1-2); sin pobreza (Amos 9:13-15), ni enfermedad (Joel 2:28-29). La Biblia también nos dice que solo los creyentes entrarán en el Reino Milenial. Por esto, habrá un tiempo de completa justicia (Mateo 25:37Salmo 24:3-4); obediencia (Jeremías 31:33); santidad (Isaías 35:8); verdad (Isaías 65:16); y llenura del Espíritu Santo (Joel 2:28-29). Cristo regirá como Rey (Isaías 9:3-711:1-10), con David como gobernante (Jeremías 33:15,17,21Amos 9:11). Nobles príncipes también gobernarán (Isaías 32:1Mateo 19:28). Jerusalén será el centro “político” del mundo (Zacarías 8:3).

Apocalipsis 20:2-7 simplemente da el período de tiempo preciso del Reino Milenial. Aún sin estas Escrituras, hay muchísimas otras que apuntan hacia un literal reinado del Mesías en la tierra. El cumplimiento de muchas de las promesas y pactos de Dios descansan sobre un literal y físico reino futuro. No existen bases sólidas para negar una aceptación literal del Reino Milenial y sus 1000 años de duración.
Javier00

Que es el mana.

Maná es el nombre que el pueblo de Israel dio al alimento divino que Dios les proporcionó cuando atravesaban el desierto, huyendo desde Egipto hacia la tierra prometida.



Según nos indica el segundo libro de la Torah o Pentateuco: Éxodo; que narra la escapada de Egipto del pueblo de Israel hacia la tierra que Dios les había entregado: estando Moisés, Aarón y su pueblo en el desierto de Sin, situado entre Elim y el Sinaí, el día quince del segundo mes después de su salida, Adonaidijo a Moisés:
“Mira, yo haré llover sobre vosotros pan del cielo; el pueblo saldrá a recoger cada día la porción diaria; así le pondré a prueba para ver si anda o no según mi ley. Mas el día sexto, cuando preparen lo que hayan traído, la ración será doble que la de los demás días.” – Éxodo 16: 4 y 5.
El día sexto se refiere al viernes, el viernes la ración sería doble con el motivo de que tuvieran para comer al día siguiente, pues el día séptimo es el sábado, el día consagrado a Dios y en el que debían descansar de toda tarea. Y aquella misma tarde sucedió que:
Aquella misma tarde vinieron las codornices y cubrieron el campamento; y por la mañana había una capa de rocío en torno al campamento. Y al evaporarse la capa de rocío apareció sobre el suelo del desierto una cosa menuda, como granos, parecida a la escarcha de la tierra. Cuando los israelitas la vieron, se decían unos a otros: “¿Qué es esto?” Pues no sabían lo que era. Moisés les dijo: “Este es el pan que Adonai os da por alimento. – Éxodo 16: 13 ~15.
Durante los 5 primeros días el maná que recibían se agusanaba si lo guardaban para el día siguiente, pero el que recibían el día sexto les duraba en perfectas condiciones almenos dos días. El sábado Dios no les proporcionaba maná.
Moisés les dijo: “Que nadie guarde nada para el día siguiente.”. Pero no obedecieron a Moisés, y algunos guardaron algo para el día siguiente; pero se llenó de gusanos y se pudrió; y Moisés se irritó contra ellos. Lo recogían por las mañanas, cada cual según lo que necesitaba; y luego, con el calor del sol, se derretía. El día sexto recogieron doble ración, dos gomor por persona. Todos los jefes de la comunidad fueron a decírselo a Moisés; él les respondió: “Esto es lo que manda Adonai: Mañana es sábado, día de descanso consagrado a Adonai. Coced lo que se deba cocer, hervid lo que se tenga que hervir; y lo sobrante, guardadlo como reserva para mañana.”. Ellos lo guardaron para el día siguiente, según la orden de Moisés; y no se pudrió, ni se agusanó. Dijo entonces Moisés: “Hoy comeréis esto, porque es sábado de Adonai; y en tal día no hallaréis nada en el campo. Seis días podéis recogerlo, pero el día séptimo, que es sábado, no habrá nada.”. A pesar de todo, salieron algunos del pueblo a recogerlo el séptimo día, pero no encontraron nada. – Éxodo 16: 19~27.
En cuanto a su aspecto, según se nos indica, tenía un aspecto similar a la semilla de Cilantro, una hierba (ver imágenes), era de color blanco y tenía un sabor similar a una torta de miel:
La casa de Israel lo llamó maná. Era como semilla de cilantro, blanco, y con sabor a torta de miel. – Exodo 16: 31.
Dios les estuvo proporcionando maná, supuestamente a través de sus ángeles, y fue su principal sustento por un tiempo de 40 años. Dios también les ordenó que conservaran un poco de maná con el fin de que sus descendientes vieran como era.
Dijo Moisés: “Esto manda Adonai: Llenad un gomor de maná, y conservadlo, para vuestros descendientes, para que vean el pan con que os alimenté en el desierto cuando os saqué del país de Egipto.” – Éxodo 16: 32.
Los israelitas comieron el maná por espacio de cuarenta años, hasta que llegaron a tierra habitada. Lo estuvieron comiendo hasta que llegaron a los confines del país de Canaán. – Éxodo 16: 35.
La ración indicada que debía consumir una persona era de un gomor, que según nos aclara en este mismo capítulo (Éxodo 16) era una décima parte de una medida.

El gomor es la décima parte de la medida. – Éxodo 16: 36.

Javier00

Como Buscar el reino de Dios y su Justicia.

He estado encontrando todos los principios del reino de Dios que nos van a hacer vivir de tal manera que seamos efectivos dentro del Reino.




 El fin vendrá cuando el evangelio del reino sea predicado a toda persona. Entendí algo: que el evangelio del Reino es una realidad sobre nuestra vida y será predicado efectivamente en aquellos hijos que vivimos efectivamente dentro del Reino de Dios. Usted y yo tenemos la responsabilidad de aprender a vivir, para que las otras personas reconozcan que sobre nosotros operan ciertos principios que hacen que nuestra vida sea diferente y que al ponerlos  en práctica, siempre vendrá una recompensa para nuestra vida.

Jesús les enseñó a orar así: “Padre nuestro, que estás en el cielo, santificado sea tu nombre, venga a nosotros tu Reino”. No dice: “Venga a nosotros la riqueza, ni la prosperidad,” sino venga a nosotros tu Reino. Por desconocimiento, dejamos de poner en práctica ciertos principios. Usted debe enseñarlos por generaciones.

Vamos a aprender algo que va a repercutir dentro de su casa. Todo lo que le voy a compartir no va a funcionar si no lo pone por práctica. Esto tiene que ver con su fe, con el conocimiento que usted tenga, con las respuestas que por mucho tiempo ha estado esperando.

Mateo 6:25 
Por tanto, os digo no os afanéis por vuestra vida qué habéis de comer o vestir.

Habla acerca del afán y Jesús enseña acerca de confiar en El, de confiar en sus promesas y su Palabra.

33 Mas buscad primeramente l reino de Dios y su justicia y todas estas cosas os serán añadidas.

Quiere decir que Dios tiene un reino, pero dentro de ese reino, opera un principio muy valioso llamado justicia. Una cosa es que usted diga: “Voy a hacer que el reino me bendiga”, y otra es poner a funcionar la justicia del reino de Dios. El es justo, ¿usted confía en la justicia de Dios? ¿Cómo es la justicia de Dios? ¿La conoce? ¿Cómo opera? Dios es bueno, pero ¿cómo es El? Le da a cada quien de acuerdo a lo que le toca, pero eso es muy general. Tarde o temprano usted va a necesitar que Dios haga justicia en su vida a favor suyo. Dios me comenzó a revelar la segunda parte, que es la justicia que Dios hace, la justicia en las manos de Dios y hay una justicia que está en sus manos.

Buscad primeramente el reino… Sea un buscador del reino. En lugar de estar buscando cosas raras en Internet, busque el reino. En lugar de estar buscando novia, busque el reino. Haga que el reino lo siga, que se establezca. Jesús les enseñó: “pidan”. Venga a nosotros tu reino. Esto se pide. ¿Cuántas veces ha pedido: “Señor, establece tu reino en mi vida?”.

Busque la justicia. Le voy a hablar ahora de justicia, y cómo opera. ¿Sabe que tiene que ver con usted y con sus hijos? ¿Sabe que tiene el poder de pagarle de acuerdo a sus actos? ¿Que tiene su propia luz, que resplandece de tal manera que la verdad se evidencie?

Salmo 103:6 
Jehová es el que hace justicia y derecho a todos los que padecen violencia.

¿Qué tal esto para cuando las cosas están duras? Dios dice que Él hace justicia y derecho para todos los que padecen violencia. ¿Cuántos han sido víctima de la violencia? Debemos decirle al Señor que haga justicia, que creemos en su justicia.

Lucas 18:1
También les refirió Jesús una parábola sobre la necesidad de orar siempre, y no desmayar.

Debemos ser insistentes. En el reino de Dios, el insistente es el que logra mucho, pero el débil, el que se rinde, el derrotado ese no va a lograr nada. El que dice: “Ahorita me respondes”, no puede llegar con Dios así. El principio es el siguiente: no desfallecer. El problema es cuando lo hacemos, cuando dejamos de creer insistentemente acerca de algo. La justicia de Dios tiene que ver con nuestra fe, con ver realizado lo que esperamos.

Diciendo: Había en una ciudad un juez, que ni temía a Dios, ni respetaba a hombre. Había también en aquella ciudad una viuda, la cual venía a él, diciendo: Hazme justicia de mi adversario. Y él no quiso por algún tiempo; pero después de esto dijo dentro de sí: Aunque ni temo a Dios, ni tengo respeto a hombre, sin embargo, porque esta viuda me es molesta, le haré justicia, no sea que viniendo de continuo, me agote la paciencia. Y dijo el Señor: Oíd lo que dijo el juez injusto. ¿Y acaso Dios no hará justicia a sus escogidos, que claman a él día y noche? ¿Se tardará en responderles?  Os digo que pronto les hará justicia. Pero cuando venga el Hijo del Hombre, ¿hallará fe en la tierra?

Aparecen en esta parábola varias cosas: orar insistentemente, perseverar en la oración. Uno deja de hacerlo cuando se da por vencido y la fe no le da para seguir esperando lo que Dios quería hacer con usted. Será bien pensado que venga una viuda a pedir justicia si esta viuda sabiendo que sí hace justicia, le va a caer a ella. Hay personas que piden justicia, y cuando se hace, se vuelve en contra de ellos. Va de pedir, y qué si al final los culpables son los que tanto pedían. Pero esta mujer decidió pedir justicia porque sabía que su causa era justa. Orar insistentemente. “El que persevera, alcanza, al que cree todo le es posible”. Vamos a pedir justicia porque creemos que El es justo, así como lo es nuestra causa, pero no pretendamos pedirla cuando el corazón que tenemos no es el correcto. Si pide justicia por venganza, o por demostrar algo, no la va a conseguir. Hay personas que dicen: “Lo que me hicieron no es justo”, eso déjeselo a Dios. ¿A cuántos de ustedes los han despedido injustamente? ¿A cuántos los han acusado de algo que no han hecho? ¿A cuántos de ustedes les han robado?

Si usted logra que ese verso se haga realidad en su vida, ya estuvo el mensaje de Dios. ¿Acaso Dios no hará justicia a sus escogidos que claman a El día y noche? ¿Se tardará en responderles? Les digo que pronto les hará justicia. El hace justicia pronto, pero no en el tiempo que uno quisiera.

Le voy a contar mi historia: Sucede que yo trabajaba en X lugar, y me esforcé, trabajé duro, hallé gracia frente al jefe del departamento y me comenzó a dar tareas de asistente. Por mis manos, pasaban varios millones de quetzales en efectivo. Ya era una responsabilidad grande, me daban las llaves de donde estaban todas las cosas de valor. Se fue el asistente y pensé: “Me van a hacer un examen”. Y ¿adivinen qué? Lo perdí. Pero con buen punteo, todos los demás sacaron menos que yo; sin embargo, pusieron a uno que había sacado menos que yo. Entonces, humanamente, se me retorció todo. Sentí cosas feas, pero dije: “Voy a seguir”. Pasé mi proceso difícil. Segunda oportunidad, esta vez no hubo examen, así que dije “está mejor”, pero igual pusieron a otro. Llegó la tercera oportunidad y se lo dieron a otro nuevamente. Y hasta ahí llegué, presenté mi carta de renuncia. Me dijeron: “seguí, ya estás cerca, habrá otras oportunidades”, pero yo ya estaba mal. Y me puse así porque empecé a ver mal a la persona que puso a tres personas antes que a mí. Pasé un proceso muy difícil. Primero uno dice: “Señor, ¿qué pasó?”. Uno pide justicia. Para no hacérsela larga, me fui y a la semana o quince días, ya tenía otro trabajo. Dije: “Hoy sí les voy a demostrar quién soy, y se van a dar cuenta que perdieron a una joya. Les voy a demostrar que yo puedo, que Dios está conmigo”, y ¿sabe qué paso? No me dieron a mí la oportunidad. Seis meses tardé en mi nuevo trabajo. Me puse mal.

Entré en un proceso donde tenía que cambiar mi corazón, porque los motivos que tenía para pedir justicia eran los incorrectos. Pedía, pero mal; creía, pero mal; esperaba, pero lo hacía mal, de acuerdo a mis motivos incorrectos. Pasaron los años, Dios me bendijo, me prosperó como nunca. El siguiente trabajo ganaba tres veces más que lo que ganaba en el anterior lugar y me fue mejor, después de ese proceso. Cuál fue mi sorpresa que llegó el día en que me llaman y dicen: “Pastor, aquí hay un señor que se llama tal y tal, representa a la iglesia xx y viene a pedir asesoría sobre el Modelo de Jesús”. La vida da muchas vueltas. Ahí estaba sentado el mismo señor que había escogido a tres antes que a mí. Me lo encontré, lo saludé, nunca le mencioné eso. Ni siquiera le pregunté nada. Porque sabía que desde ese momento, era el momento preciso donde se iba  a evidenciar el corazón que tenía: si era vengativo o resentido, era el momento preciso para evidenciarlo.

Efesios 5:1-13
Sed, pues, imitadores de Dios como hijos amados. Y andad en amor, como también Cristo nos amó, y se entregó a sí mismo por nosotros, ofrenda y sacrificio a Dios en olor fragante. Pero fornicación y toda inmundicia, o avaricia, ni aun se nombre entre vosotros, como conviene a santos; ni palabras deshonestas, ni necedades, ni truhanerías, que no convienen, sino antes bien acciones de gracias. Porque sabéis esto, que ningún fornicario, o inmundo, o avaro, que es idólatra, tiene herencia en el reino de Cristo y de Dios.
Nadie os engañe con palabras vanas, porque por estas cosas viene la ira de Dios sobre los hijos de desobediencia. No seáis, pues, partícipes con ellos. Porque en otro tiempo erais tinieblas, mas ahora sois luz en el Señor; andad como hijos de luz  (porque el fruto del Espíritu es en toda bondad, justicia y verdad),  comprobando lo que es agradable al Señor. Y no participéis en las obras infructuosas de las tinieblas, sino más bien reprendedlas;  porque vergonzoso es aun hablar de lo que ellos hacen en secreto. Mas todas las cosas, cuando son puestas en evidencia por la luz, son hechas manifiestas; porque la luz es lo que manifiesta todo.
Dios es justo, El hace justicia. Yo debo ser justo para cuando llegue el momento de hacer justicia. Leímos ahora la parte donde dice que todas las cosas cuando son puestas en evidencia, por la luz son hechas manifiestas. Hay momentos en la vida donde nos toca confiar que la misma verdad salga a la luz. Esta va a evidenciar lo que realmente se dijo, se hizo. A veces se dice que hemos cometido algo malo, pero la verdad es la única que va a evidenciar lo que hicimos, ya que simplemente es una acusación. Pero dentro del reino de Dios, hacer justicia, significa que la verdad salga a luz. Por eso, esta mujer se atrevió a pedir justicia porque sabía que su causa era justa. La justicia tiene su peso y la verdad también. Al final del proceso, la verdad siempre prevalece. Al que anda en tinieblas, eso le perjudica, pero si usted lo que hace es en la luz, lo que le toca es esperar que la verdad salga a luz y que se haga justicia. Le tomaron la herencia, espere que le hagan justicia. Sea justo usted, crea en la justicia divina; tiene que haber fe para creer en ella.

Malaquías 3:4Y será grata a Jehová la ofrenda de Judá y de Jerusalén, como en los días pasados, y como en los años antiguos. Y vendré a vosotros para juicio; y seré pronto testigo contra los hechiceros y adúlteros, contra los que juran mentira, y los que defraudan en su salario al jornalero, a la viuda y al huérfano, y los que hacen injusticia al extranjero, no teniendo temor de mí, dice Jehová de los ejércitos.
Hay personas con las que uno no se debe meter. Asegúrese de ser justo con sus trabajadores. Porque cuando haga negocios, va a cosechar lo que con sus trabajadores ha hecho. No se meta ni con la viuda ni con el huérfano. Me gusta cuando dice: “Yo vendré a ustedes para juicio y seré testigo contra los hechiceros y adúlteros”. ¿Cree que hay gente que hace hechicería contra nosotros? Pero Dios dice que hará juicio contra ellos, para que no te hagan daño, yo te protegeré y haré que mi justicia sea sobre tu vida y sobre la de tus hijos.

En el reino hay justicia y opera sobre los hijos de justicia. Cuando la ha tenido en sus manos, ¿ha ejercido justicia o venganza? ¿Sabe qué ha pasado? Que si hoy estuviera la viuda aquí, diría: “Insistan, no desfallezcan, hay que orar de día y de noche”. De que Dios hace justicia, hace justicia. Estamos en un país donde necesitamos justicia divina y de hombres que sean justos para con los demás. Comienza con usted, con su trabajo y sus hijos.

Voy a pedirles a todas las personas a quienes les robaron, les quitaron o injustamente perdieron un trabajo, los señalaron de algo que no hicieron. Sabe que antes que yo me saliera del trabajo que le conté, me involucraron en un robo. ¿Sabe qué pasó? Salió a luz la verdad. Eran más de quince personas las involucradas, antes de que yo renunciara. Y no me fui hasta que salió a luz la verdad, porque a la verdad no hay que tenerle miedo, se necesita que salga y que se ponga del lado de quienes la tienen. La verdad paga y paga bien.

Voy a orar por cada persona que ha sido víctima de la injusticia.  “Padre, ya di tu Palabra, tu mensaje, aquí están tus hijos que claman por justicia y esto es aprender a vivir en el reino, conocer que el reino está a nuestro favor y que nos estás oyendo. Hoy pongo delante de ti la causa de todos ellos, quizás tomaron lo que era de ellos, quizás alguien se aventajó y los engañó, pero hoy como portador de tu Palabra y como creyente, te pido que se haga justicia, que tomes en cuenta la causa de cada uno de ellos, que haya un juicio del cielo y que la justicia opere sobre la vida de cada uno de ellos. Creo que eres un Dios justo y que hoy estableces tu reino, que vienes a establecer tu reino y tu justicia. Que hoy el peso de la verdad sea sobre sus vidas para evidenciar lo que es justo”.

Es justa su causa, póngala ahora delante de Dios. Diga: “Señor, haz justicia con esto que me han hecho, no busco venganza, no lo hago con rencor, ni por injusticia, pero creo que hay una justicia y saldrá a luz la verdad, sácala”.

“Hoy los bendigo, creo en el poder de tu Palabra y en el peso de la verdad. Una vez más, no buscamos venganza, sólo busco que me bendigas como lo has hecho siempre, saca a luz la verdad. Padre, muchas gracias. Amén”.
Javier00

Los 6 aspectos del reino de Dios.

El Reino de Dios es un gobierno establecido por Jehová Dios.

 Puesto que su sede está en el cielo, la Biblia también lo llama “el reino de los cielos” (Marcos 1:14, 15; Mateo 4:17). 

Aunque tiene muchas cosas en común con los gobiernos humanos, los supera en todos los sentidos.
  • Gobernantes. Dios ha elegido a Jesucristo para ser el Rey de su Reino y le ha dado más autoridad que la que jamás podrá tener cualquier rey terrestre (Mateo 28:18). Jesús utiliza su poder solo para el bien. De hecho, ha demostrado ser un líder confiable y compasivo (Mateo 4:23; Marcos 1:40, 41; 6:31-34; Lucas 7:11-17).Bajo la dirección de Dios, Jesús ha seleccionado a personas de todas las naciones para que vayan al cielo y reinen con él sobre la tierra (Revelación 5:9, 10).
  • Duración. A diferencia de los gobiernos del hombre, que vienen y van, el Reino de Dios “nunca será reducido a ruinas” (Daniel 2:44).
  • Súbditos. Cualquier persona que haga la voluntad de Dios puede ser súbdito de su Reino, sin importar dónde haya nacido o cuál sea su origen familiar (Hechos 10:34, 35).
  • Leyes. Las leyes (o mandamientos) del Reino de Dios no solo prohíben la mala conducta; también elevan los valores morales de sus súbditos. Por ejemplo, la Biblia declara: “‘Tienes que amar a Jehová tu Dios con todo tu corazón y con toda tu alma y con toda tu mente’. Este es el más grande y el primer mandamiento. El segundo, semejante a él, es este: ‘Tienes que amar a tu prójimo como a ti mismo’” (Mateo 22:37-39). El amor a Dios y al prójimo impulsa a los súbditos del Reino a tratar a todos con bondad.
  • Educación. Además de dictarles a sus súbditos leyes que elevan sus valores morales, el Reino de Dios los educa para que puedan cumplirlas (Isaías 48:17, 18).
  • Misión. El Reino de Dios no es un medio para que sus gobernantes se enriquezcan a expensas de los súbditos; sino un medio para cumplir la voluntad de Dios. Esto incluye hacer realidad la promesa de conceder a quienes lo aman vida eterna en un paraíso terrestre (Isaías 35:1, 5, 6; Mateo 6:10; Revelación 21:1-4)